Preamplificadores ¿Necesito un preamplificador externo?
El preamplificador es una de las partes del equipo de audio más olvidadas. Esto se puede explicar por el hecho de que es muy poco interactiva. Además, es habitual que venga integrado en otros componentes como las interfaces o las mesas de mezcla.
Sin embargo, es un error subestimar su importancia, de hecho, es uno de los componentes del equipo que más influye en la calidad de sonido.
¿Qué es un Preamplificador?
Un preamplificador es un dispositivo electrónico que se encarga de amplificar una señal eléctrica débil hasta convertirla en una señal lo suficientemente fuerte y limpia, de manera que pueda ser procesada por el resto del equipo.
Esta definición es muy general. En el mundo del audio esa señal eléctrica vendría a ser la señal de audio, el equipo que produce esa señal sería un tornamesa o un instrumento grabado en línea y el resto del equipo serían los EQ’s, compresores, parlantes…
A nivel eléctrico, este dispositivo nivela la tensión que recibe de diversas fuentes de sonido y las iguala. En ocasiones, el preamplificador hi fi también tiene la capacidad de regular el balance, el tono y reforzar aquella sonoridad que tenga volumen bajo.
Además, todas las señales de audio son propensas a interferencias, que provocan ruidos indeseados. En las señales débiles el ruido tendrá mucho mayor volumen en relación con la señal.
Es por esto que es tan importante el papel del preamplificador, pues amplifica la señal de manera óptima antes de que sea procesada. De esta manera el ruido es casi imperceptible.
Es cierto que las interfaces más caras van a tener incorporados mejores preamplificadores, pero hasta las más básicas tienen una calidad suficiente como para ir empezando.
Diferencia entre Preamplificador y Amplificador
Un amplificador también amplifica la señal, pero una vez ya ha sido PREamplificada por el PREamplificador ¿Para qué tantos términos científicos si con un poco de etimología ya se entiende todo? XD
El amplificador amplifica la señal cuando está a nivel de línea para que pueda ser enviada a los parlantes. Es decir, aumenta el volumen lo suficiente como para que los parlantes puedan producir sonido.
Y puede que te estés preguntando que por qué necesitas dos dispositivos diferentes, ¿No se podría amplificar la señal del micrófono (en la grabación) de una sola vez para que suene por los parlantes?
Lo cierto es que sí que podrías, pero la razón por la cual no se hace es porque el preamplificador amplifica la señal manteniendo el ruido electrónico a un nivel bajo.
En resumen, el preamplificador prepara la señal para que el amplificador pueda amplificar la señal de manera óptima.
Tipos de Preamplificador
Quizás lo más sensato sea clasificarlos según su sonoridad. De esta manera podemos dividirlos en dos grandes grupos:
1. Transparentes:
Este tipo de preamplificadores están diseñados para amplificar considerablemente la señal (hasta 75 dB en algún modelo) conservando a la vez el sonido original, es decir, sin añadir ningún tipo de coloración (distorsión armónica), lo cual es ideal si vamos a procesar bastante la señal a posteriori utilizando diversos plugins.
Este es el tipo de preamps con el que suelen estar equipados todas las interfaces.
2. Con coloración:
Cuando hablamos de coloración hablamos de un sonido que es ligeramente modificado por el preamplificador. Esto sucede en preamplificadores a válvulas o tubos de vacío.
A esta coloración se le llama distorsión armónica, y está basada en las frecuencias bajas de la propia señal a volúmenes muy bajos, lo que produce un sonido más cálido.
A pesar de todo, esta coloración es muy sutil, y tan solo un oído realmente entrenado es capaz de captar la diferencia. Es por esto que si estás empezando no te merece la pena gastarte el dinero en preamplificador externo.
Pero entonces…
¿Necesito un Preamplificador externo?
En nuestra opinión, es una de las últimas partes que deberías mejorar de tu equipo. Si a pesar de esto crees que puede haber llegado el momento de actualizarse, estas son las ventajas que puedes esperar:
Mejor calidad de sonido: Los circuitos de los preamplificadores externos son más sofisticados y están preparados para conservar la transparencia aun con ajustes altos de ganancia.
Más ganancia: Mientras que los preamps incorporados en las interfaces no suelen ofrecer más de 60 dB’s, los preamps externos pueden ofrecer hasta 70 dB’s.
Menor ruido: Los preamplificadores internos ya tienen unos niveles de ruido muy bajos, pero si queremos algo más, con un preamplificador, puede que notemos una reducción del ruido.
Coloración del sonido: Esta es quizás una de las mayores razones para comprarse un preamp externo.
Los preamps que vienen incorporados en las interfaces suelen focalizarse en la transparencia, pero algunos preamps externos añaden cierta coloración al sonido que es muy difícil de conseguir de otro modo.
Extras: Los preamps externos tienen controles extras como el invert, que invierte la fase de la señal. Otros tendrán controles para la impedancia, que cambia la distorsión harmónica que recibe. También puedes encontrarte con filtros de frecuencias altas/bajas y demás selectores.
Si estás empezando, nuestro consejo es que te olvides de preamplificadores externos por el momento. Es mejor que te gastes ese dinero extra en una mejor interfaz de audio con mejores preamplificadores integrados. Pero si ya tienes todo a un buen nivel, sin duda un preamplificador es el siguiente paso.